Los anfitriones (generalmente mujeres) te dan la bienvenida
y te pasan por su casa impecablemente arreglada y dispuesta para reunir a los
invitados (digamos que siempre me ha tocado que me coloquen en el grupo de los “artistas”).
Invariablemente en fraccionamientos residenciales, claro.
Te ofrecen alguna bebida y/o canapé y te invitan a tomar
asiento.
Segundo acto.
Los anfitriones (los buenos anfitriones) llevan la
conversación, y eventualmente revelan que el motivo de la reunión es externar “al
candidato” las propuestas de trabajo que “los artistas” de la localidad tienen
y “unir esfuerzos” para que así la ciudad/estado/país se vea beneficiado con
nuestra aportación.
- Entreacto: se sirve la cena. Esto puede ocurrir
antes o después de la llegada “del candidato”. La cena puede ser muy buena.
Aunque me ha tocado ver aquellas donde se esfuerzan tanto por conseguir un
triciclo de taquitos enrrollados que terminas saliendo del lugar buscando una taquería
decente.
Tercer acto.
Llega “el candidato”, ocupa un lugar entre la concurrencia,
es presentado por los anfitriones (por los buenos anfitriones). Acompañado de
un par de allegados, los anfitriones le hacen saber al candidato que existe la
inquietud de la comunidad (artística en este caso) de plantearle ciertas
propuestas, demandas, etc. Se “improvisa” una sesión de preguntas y respuestas;
un achichincle (perdón, allegado del candidato) toma nota. “El candidato” finge
(perdón, presta) interés. Los artistas hablan, el achichincle/allegado anota… y
los 15 minutos programados se vuelven 30…
Cuarto acto.
“El Candidato” toma la palabra, por supuesto remarca que
esto no se trata de un acto anticipado de campaña, sino de una reunión social.
Habla de su interés por cumplir a cabalidad las justas demandas que le han sido
planteadas. Cuidadoso del tiempo que habla (no vaya a ser que un malaleche por
ahí lleve la nota de la reunión a la FEPADE), invita a los convidados a
disfrutar la reunión, sonríe, se toma fotos, estrecha manos y se despide.
Y estas reuniones antes de arrancar formalmente la campaña
se repiten ad nauseam, y como estoy en el costal de los “artistas” me siguen
llegando las invitaciones. ¿Me pregunto si una vez colocado en el cargo se
acordaran de “los artistas”?
La medianía impone preguntarse ¿Disfrutaste la cena Mike?
1 comentario:
Asi es y asi ha sido desde hace algunas elecciones, antes de la alternancia no habia necesidad, sabian que todo arte estaba coptado y los artistas que querian participar de alguna una manera del presupuesto, solo tenian que alinearse con los meros meros. La realidad no ha cambiado mucho, el arte obedece a un espacio tiempo que se vive al ritmo de la politica, por muy subversivo que puedas ser. Sera mejor que la proxima vez, si te vuelven a invitar... si, si te volveran a invitar porque no creo que te lean en esta parodia, sera entonces mejor que vayas primero a la taqueria.
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