Las tardes de tormenta es imposible no pensarte.
Recuerdo de tu piel, tus labios y tu lengua.
La furia del viento me recuerda la locura en aquellos
arranques, la ira en tu mirada cuando discutimos se refleja en cada relámpago.
La lluvia violenta golpea las ventanas, como los gritos de
nuestras peleas.
Brisa fría, tacto helado en mi, eres tú manifestándose en la
lluvia.
Las tardes de tormenta todo me recuerda a ti.
Lo único que me entristece al irse la lluvia, es que la
humedad de la noche, no es la humedad de tu sudor; no es la humedad de tu sexo,
no eres tú.
1 comentario:
Últimamente las tormentas parecen un espejo de mi ánimo, prefiero pensar en playas de arenas cálidas, masajeando mis pies al caminar.
ñ_ñ
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