Imagen de Julio Hernández. http://www.astillero.tv |
Pasé el fin de semana dándole vueltas al asunto, ayer
también, sin embargo no podía comenzar a escribir esto. Hasta esta mañana en
que la necesidad de un anti-ácido me obliga a dejar la cama.
No sé, quizá el hecho de que dije que ya no me apasionaría
por temas de política sea contrario a mi naturaleza y por eso me siento
estresado (también desesperanzado) al no expresarme al respecto.
El sábado primero de diciembre ocurrió el cambio de poderes
federales en nuestro país, de una derecha que deja 65 mil muertos (oficiales),
un número no identificado de desaparecido (superior a los 10 mil) y más de 1
millón de desplazados en la frontera norte (en Tamaulipas y Nuevo León
principalmente) por la mal lograda “guerra contra el narcotráfico” de la cual
he hablado en otras ocasiones (Y de lo que estaremos oyendo en un futuro
próximo desde la Corte Penal Internacional de La Haya). Un clima de violencia
generalizado, el atropello consumado a la clase trabajadora que representa la
reforma laboral, y una perdida del poder adquisitivo real que literalmente, nos
tiene cogidos de los huevos (mientras que en 6 años el salario mínimo
incrementó un 28%, los precios de la canasta básica incrementaron en 200% según
cifras oficiales, haga usted sus estimaciones). El PAN retorna la estafeta
después de 12 años al PRI, quien gobernó de manera autoritaria, durante 70
años.
Enrique Peña Nieto, ahora presidente de la república, ratificado
por un Tribunal Electoral, pero con fuertes señalamientos de que su campaña
electoral rebaso topes legales de gastos, así como de compra y coacción del
voto, y una estrecha y comprometida relación con la mayor televisora del país
(Televisa), señalamientos que el TEPJF se encargó de atajar ante la débil
evidencia que los partidos de izquierda llevaron en sus denuncias de fraude (lo
que es, es). Pero no solo por eso el ahora presidente llega a Los Pinos sin el
beneficio de la duda, también por su triste actuación como gobernador del
Estado de México (y a la cual le dediqué unas líneas en este espacio durante la
campaña electoral).
Para la toma de posesión del nuevo presidente se hizo un
cierre de vialidades en los días previos a al acto como nunca se había visto,
generando molestia e inconformidad de los vecinos de la zona. El cerco, para
algunos, representaba además, un preámbulo a las políticas represivas que se
vienen. Como se esperaba, diferentes
organizaciones se manifestaron desde temprano el pasado sábado en contra de la “imposición”
del nuevo presidente. Lo que no esperábamos muchos eran las proporciones
violentas que tomaron dichas manifestaciones. Varios heridos, desaparecidos y
detenciones arbitrarias señalan testigos presenciales por un lado, mientras que
los actos de vandalismo, saqueo y daño patrimonial a la Ciudad de México se
dieron a conocer de forma inmediata.
Los señalamiento de la movilización de ciudadanos, jóvenes en
su mayoría, fueron directo al liderazgo más visible de la izquierda, el ex
candidato presidencial Andrés Manuel López Obrador, aunque en ese momento él se
encontraba en un acto de resistencia civil pacífica en el Ángel de la Independencia,
rodeado de su nuevo órgano político MORENA (¡como sí otro partido de izquierda
fuera necesario!). Lo cierto, en general, fue una movilización heterogénea
(MORENA, #YoSoy132, campesinos de Atenco, CNTE, paristas de la UACM, etc.)
distribuida en varias zonas, que genero tensión entre manifestantes y fuerzas
del orden (granaderos principalmente). Lo que no sabemos es quienes comenzaron
la agresión: si las piedras y las molotov de unos o las balas de goma y gases lacrimógenos
de los otros.
Hoy se habla de grupos de choque auspiciados desde el poder
para alterar el orden, para confrontar y confundir a los manifestantes, para
causar los actos vandálicos que vimos, incluso de la participación de la Policía
Federal, aunque en lo personal fotos y videos que circulan en la red no me convencen
del todo al respecto, me preocupa pensar que la posibilidad es real y que
nuevamente quienes optan (u optamos) por usar el derecho (nuestro) a la
manifestación puedan (podamos) ser “carne de cañón” en un juego bestial que en
México conocemos muy bien, cuando el estado se infiltra en medio de
manifestaciones legitimas para romperlas y los subsecuentes baños de sangre
(Tlatelolco 1968, Jueves de Corpus 1971, Acteal, Aguas Blancas, etc.).
Nada justifica el vandalismo, los daño y el saqueo que vimos
todos. No se daña (tanto) a los banqueros y cadenas comerciales que muy
seguramente están asegurados contra eventualidades, a los dueños del capital
que se han beneficiado descaradamente las últimas tres décadas de las políticas
neoliberales de gobiernos priistas y panistas, poco les preocupan una sucursal
destruida (que no la alteración del status
quo), por un acto de rapacidad planeado u oportunista. Dañar a la ciudad es
dañar tu entorno. La violencia al final del día nos afecta a nosotros mismos,
coarta nuestra libertad de manifestación y va contra la legalidad, que muchos a
pesar de todo, respetamos y esperamos recibir cuando confrontamos al estado.
Tampoco es justificable el uso de la fuerza del estado para
reprimir manifestaciones pacificas (ojo, que esta manifestación en especifico esta
en entredicho), las desapariciones forzadas, ni las detenciones arbitrarias
(que han sido y siguen siendo sello distintivo del gobierno mexicano y tema en
diversas ONGs a nivel global), sea cual sea la circunstancia.
Imagen de Julio Hernández. http://www.astillero.tv |
La vorágine de los
acontecimientos supera por mucho lo que hemos visto. Eso me lleva cuestionarme
¿Es realmente la imposición de Peña Nieto el problema? Por más que nos
manifestemos pacíficamente en contra de la “imposición”, cuando el tribunal ha
dado su fallo, por mucho que sea una bofetada a nuestro sentido común, difícilmente
se podría revertir, y nuevamente la izquierda cacareo mucho y presentó poco
ante el tribunal. Violando o no nuestra decisión como ciudadanía este señor es
el presidente del país hoy. Cuando las manifestaciones se tornan violentas,
basados en la experiencia mexicana, el estado tiene el motivo (o excusa) que
necesita para movilizar su maquinaría represiva y eso es, principalmente lo que
queremos dejar atrás.
Señalar a AMLO, a los “ninis”, a los porros, incluso a los
infiltrados como los responsables de los hechos, así como cargar la culpa en
totalidad al cuerpo de granaderos del GDF es simplista, salida fácil. Tampoco
ayuda en nada los “pónganse a trabajar”, “hagan algo productivo”, “pinche
Marcelo vendido”, ni el “puto Peña represor”.
La realidad es que en esté país hay un hartazgo generalizado
por la clase gobernante, completamente sumisa a las directrices de pequeños
grupos de poder (económico y político) que se benefician de la desigualdad
social cada vez más marcada. Una población desencantada de las leyes, de pagar
impuestos porque ven una aplicación discrecional en la primera y el beneficio
de lo segundo reducido, no es perceptible porque mucho de ello se va en pagar a
burócratas y legisladores que al llegar a la curul se olvidan de que son
representantes populares y se dedican a hacer “la cargada” a sus partidos, olvidándose
de sus electores. Y a la vez somos una ciudadanía inmersa en la larga tradición
de la ilegalidad, de la mordida, de la corrupción.
Tenemos un sistema de partidos arcaicos, extremadamente caro
en procesos electorales que cada vez representan menos los intereses de las mayorías.
Tenemos un país con hambre, donde el salario mínimo no
completa la canasta básica. Donde el crédito a la vivienda de interés social
resulta demasiado caro en relación a la calidad de los materiales y de la
construcción en general. Estamos en un país donde la educación pública básica
cada vez demerita más su calidad de contenidos, donde la formación profesional
pública de calidad ofrece espacios cada vez más limitados. Donde la educación
privada en escuelas de prestigio es muy onerosa y donde las escuelas “patito”
ganan más espacio ante la demanda de educación de un mercado laboral cada vez
más competitivo. Estamos compartiendo un espacio con servicios de salud pública
ineficientes que cada vez tropieza más en su propia burocracia, sin cobertura
universal (como lo quieren hacer creer la horda de anuncios televisivos) donde
realmente pocos pueden pagar hospitales privados.
Un país donde las familias cada vez están más desintegradas
por fenómenos como migración, violencia, pobreza extrema.
Tenemos un país descontento y pocos, realmente pocos, tienen
intención de cambiar eso. No podemos esperar que el gobierno resuelva todos
estos problemas de raíz, nosotros como ciudadanos tenemos que poner nuestra de
nuestra parte para que esta democracia emergente se consolide simplemente en
democracia:
1.- Respetar y seguir la ley, y amparar nuestros actos en
ella.
2.- Manifestarse, expresar una opinión es un derecho, hagámoslo
responsablemente.
3.- Es difícil realmente confiar en las autoridades, sin
embargo debemos aprender que denunciar un delito, atropello, violación de
derechos por delincuentes o por parte de las propias autoridades es necesario
para dejar precedentes asentados y generar conciencia colectiva.
4.- Infórmate, cultiva tu intelecto, supérate por ti, estudia,
trabaja, exprésate creativamente, comparte tus puntos de vista, actúa en favor
de quienes han tenido menos oportunidades que tú. Eso genera ciudadanos conscientes.
Por mayor adversidad que encuentres, no dejes de hacerlo. Algo dentro de ti te
dará fuerza para hacerlo.
5.- Participa en elecciones, en todas (federales, estatales,
intermedias). Supera apasionamientos partidistas y ejerce un voto informado,
bien reflexionado y responsable. Y participar no se limita a votar. Infórmate
quien es tu representante en los congresos, en el municipio, contáctalos,
comparte tus opiniones y criticas. Damos por sentado que una vez en el poder se
olvidan de los votantes, pero es nuestra obligación recordarles que aquí estamos
y que ellos nos representan a nosotros y que de nuestros impuestos pagamos sus
salarios escandalosos. Y por lo que más quieras, ¡no vendas tu voto! Si los
políticos no tienen ética en su trato, tú ten dignidad como persona. Lo que te
paguen no te sacará de pobre.
6.- Reporta cualquier anomalía de alguna dependencia en los teléfonos
de atención que las mismas tienen obligación de proporcionar.
7.- En tu vida aplica eso de “no hagas a otros lo que no
quieras que te hagan a ti”, en serio, mejorar tu trato diario con vecinos, compañeros,
amigos, familia es indispensable te hacen las cosas más amenas y evitas llegar
al “ojo por ojo…”
8.- Todo comienza en
casa, fomenta tú la armonía en tu familia, no puedes esperar que todos
reaccionen igual o piensen igual pero no seas tú quien genere tensiones.
Respeta y sé solidario con los diferentes tipos de familias que existen: ya sea
tradicional, extendida, de madre o padre soltero, homoparental, todas las
familias son sujetas de derecho, y la aplicación del mismo comienza en la acción
individual.
Violencia genera violencia. No esperes un cambio
general si no puedes cambiar desde dentro de ti. ¿Qué sigue en el nuevo sexenio
priista? No lo sé a ciencia cierta, me cuesta mucho trabajo no pensar en más
represión, más violencia, más contratos “por debajo del agua”, privatizaciones,
enriquecimiento de gobernantes, corrupción. Pero quiero ser un ciudadano consciente,
y repito, Peña llega al poder sin el beneficio de la duda, por lo que lo único
que puedo decir: Vamos a estar observando al nuevo gobierno.
NOTA: A la fecha hay 67 detenidos aún por los hechos del pasado sábado. Muchos de ellos fueron detenidos arbitrariamente y están siendo sujetos a procesos judiciales viciados. Por favor apoya y difunde esta petición de Amnistía Internacional México: http://amnistia.org.mx/nuevo/2012/12/04/mexico-disturbios-del-1-de-diciembre-abusos-deben-ser-investigados/
La Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal dice en su comunicado 22/2012: "De la evidencia que hasta el momento se ha recabado, arroja elementos que hacen suponer que policías de la SSPDF privaron de la libertad a personas que se manifestaban de manera pacifica; a personas que se encontraban dando seguimiento y cobertura a la manifestación (tomando fotos, videos, grabaciones); a personas que se acercaron a auxiliar a otras que eran agredidas físicamente por los policías y a personas que circunstancialmente se encontraban en lugar (trabajo, compras, paseo o curiosos)."
(Comunicado completo aqui: http://www.cdhdf.org.mx/index.php/comunicados/2888-comunicado-222012 )
NOTA: A la fecha hay 67 detenidos aún por los hechos del pasado sábado. Muchos de ellos fueron detenidos arbitrariamente y están siendo sujetos a procesos judiciales viciados. Por favor apoya y difunde esta petición de Amnistía Internacional México: http://amnistia.org.mx/nuevo/2012/12/04/mexico-disturbios-del-1-de-diciembre-abusos-deben-ser-investigados/
La Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal dice en su comunicado 22/2012: "De la evidencia que hasta el momento se ha recabado, arroja elementos que hacen suponer que policías de la SSPDF privaron de la libertad a personas que se manifestaban de manera pacifica; a personas que se encontraban dando seguimiento y cobertura a la manifestación (tomando fotos, videos, grabaciones); a personas que se acercaron a auxiliar a otras que eran agredidas físicamente por los policías y a personas que circunstancialmente se encontraban en lugar (trabajo, compras, paseo o curiosos)."
(Comunicado completo aqui: http://www.cdhdf.org.mx/index.php/comunicados/2888-comunicado-222012 )
2 comentarios:
Independientemente de reflexiones y análisis que podamos hacer. Se necesita tomar acción urgente para que los detenido tengan un proceso justo, firma la petición de Amnistia Internacional México aqui:http://amnistia.org.mx/nuevo/2012/12/04/mexico-disturbios-del-1-de-diciembre-abusos-deben-ser-investigados/
Videos donde evidencia detenciones arbitrarias y grupos de choque http://www.youtube.com/watch?v=eIdE5nv03e0
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