(Con la pluma de Fallo Velázquez)
Soledad, es el peso del mundo en mis hombros, en la sal de mis aguas, lo profundo de tu adiós se ahogo en el silencio.
Tu partida es de momento asfixia. y no es hablar de mí, sentimentalismos o lamentos, es tu huida draga inútil para mis mañanas. No es hablar de camas vacías y almohadas frías... ni de extrañar la tibia humedad de la noche.
Y que es la noche sin tus noches, y que es la luna sin tus ojos contemplándome. Y como mengua con la nube encima y como arrima mi pesar.
No es tu mirada lo que pierdo, te pierdo toda y me pierdo yo.
Me pierdo yo en la luna que no mengua más, te pierdo yo en la luz q me cegó. Soy un pobre ciego que aúlla de dolor... me rodea la oscuridad.
La oscuridad es tu ausencia. Nunca antes mi ceguera nublo tanto mi semblante y mi oscuridad... nunca antes maldije mi condición de lobo y me negué a la montaña, nunca antes fui pobre, pero no hay peor carencia que la falta de tus labios en mis labios y de mi tacto en tu piel. Sin embargo tus palabras, oasis de cordura secuestran mi agitada calma, jamás mis labios besaron la palabra odio al hablarte; ni baile con la mentira.
Jamás …
1 comentario:
La luna no es luna sino estás tu para contemplarme junto a ella... ¡DioOos!, es lunáticamente bonito.
"¬"
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