Era un momento de ruptura total. Es lo único que puedo decir.
Fue algo impulsivo tomar ropa al azar y apretujarla en mi bagpack. Tomar las revistas que apenas había hojeado y meterlas junto con una botella de agua.
No soy una persona que disfrute los lugares de playa o los pueblos pintorescos… no disfruto del sol, ni de llenarme los zapatos de lodo.
Toda mi vida he habitado en ciudades pequeñas o núcleos suburbanos cercanos a zonas rurales; quizás por eso no me atraen los días de campo ni el aire campirano, que generalmente esta acompañado al aroma de la mierda de vacas a veces gordas y otras esqueléticas.
Quería huir, alejarme de todo y de todos, olvidarme de la condena industrial que es esta puta ciudad.
Con los lentes obscuros puestos, junte todo lo que tenía de efectivo y con la convicción de no volver salí de casa.
En la central de autobuses decidí comprar un boleto a la ciudad más grande del norte de esta republica bananera.
Un escueto mensaje a Jay: “Voy a Mty, ¿Me das asilo?”. Abordé un autobús de “Servicio ejecutivo” y me puse los audífonos para evitar el bodrio de película que se exhibió en el trayecto.
Y mientras escuchaba “Picture of you” de The Cure, sentía que huía de lo que extraño, de lo que siento, de lo que carezco y de lo que poseo.
Sentía que huía de recuerdos y de anhelos. De amigos y enemigos. De la rutina y de la magia de la sorpresa.
Entrando a Monterrey las siluetas de las calderas del Parque Fundidora con el Cerro de la Silla de fondo, me prometían algo bueno.
Comenzó a sonar entonces en mis audífonos “Declare Independence” de Björk y este viaje cobró sentido.
Estaba huyendo de mi mismo, estaba liberándome de mi propio carcelero interior. Y hoy por hoy aseguro que la huida es libertad. Y la libertad, la liberación de todo es el verdadero privilegio de la independencia.
Y cuando te sientes liberado, cuando reconoces tu independencia, solo suspiras ya agradeces a la vida estar vivo y sentirte vivo.
Fue algo impulsivo tomar ropa al azar y apretujarla en mi bagpack. Tomar las revistas que apenas había hojeado y meterlas junto con una botella de agua.
No soy una persona que disfrute los lugares de playa o los pueblos pintorescos… no disfruto del sol, ni de llenarme los zapatos de lodo.
Toda mi vida he habitado en ciudades pequeñas o núcleos suburbanos cercanos a zonas rurales; quizás por eso no me atraen los días de campo ni el aire campirano, que generalmente esta acompañado al aroma de la mierda de vacas a veces gordas y otras esqueléticas.
Quería huir, alejarme de todo y de todos, olvidarme de la condena industrial que es esta puta ciudad.
Con los lentes obscuros puestos, junte todo lo que tenía de efectivo y con la convicción de no volver salí de casa.
En la central de autobuses decidí comprar un boleto a la ciudad más grande del norte de esta republica bananera.
Un escueto mensaje a Jay: “Voy a Mty, ¿Me das asilo?”. Abordé un autobús de “Servicio ejecutivo” y me puse los audífonos para evitar el bodrio de película que se exhibió en el trayecto.
Y mientras escuchaba “Picture of you” de The Cure, sentía que huía de lo que extraño, de lo que siento, de lo que carezco y de lo que poseo.
Sentía que huía de recuerdos y de anhelos. De amigos y enemigos. De la rutina y de la magia de la sorpresa.
Entrando a Monterrey las siluetas de las calderas del Parque Fundidora con el Cerro de la Silla de fondo, me prometían algo bueno.
Comenzó a sonar entonces en mis audífonos “Declare Independence” de Björk y este viaje cobró sentido.
Estaba huyendo de mi mismo, estaba liberándome de mi propio carcelero interior. Y hoy por hoy aseguro que la huida es libertad. Y la libertad, la liberación de todo es el verdadero privilegio de la independencia.
Y cuando te sientes liberado, cuando reconoces tu independencia, solo suspiras ya agradeces a la vida estar vivo y sentirte vivo.
Querido lector, si esperas una crónica de viaje, lamento decepcionarte. Solo puedo agregar que MONTERREY ROCKS!!!
Impulso consumista en la Sultana del Norte
Viva la Vida – Coldplay
ADVERTENCIA: El ciber espacio se esta volviendo rosa... todo por culpa de LUCY... Bienvenida al mundo del blog y a mis vinculos.
7 comentarios:
ora resulta que la madrecita que puso en su blog dice que vivo en poza rica...
cumplió su promesa!!
oiga yo el antro rocker me lo imaginé mas chirris, no si se nota a leguas que se la paso divino en la sultana del norte monte-gay.
un abrazo viajero, nos vemos en el defectuoso.
p.s. ya no lo invito a mi pueblo porque huele a cagada de vaca... sniff sniff! sob sob!
jajajaja....aceptalo, te comen los putos dedos por contarle al mundo que viste a los babas, que tragaste kilos de carne y que te gusto andar de consumista entre las tiendas..
los viajes tiene esa cosa mágica; a veces lo malo es que uno regresa sintiendo que ha cambiado cuando es en realidad el mismo.
¿Por qué todo es más bonito cuando vuelves?
Por curiosidad morbosa, ¿qué bodrio de peli te pusieron?
^_´
A mi Monterrey me trató bien y mal, bien porque fué un excelente lugar (con chicas muy guapas y varias) para olvidarme de alguien, mal porque el sol no me dejaba respirar o moverme sin derramar galones de sudor.
Homo... jajajaja... sorry... just honest.
Ka1 pues eso es obviar las cosas... fui feliz en la Levi's Store y en la tienda del MARCO ni se diga... pero lo importante es el viaje interno...
Fernandito, nunca mencione un cambio, pero sí un chilling increible... el destino no era importante, sí la partida.
Vamp Sista, quiza y solo quiza, porque dejamos una maleta atras... la maleta que carga el pasado. Del nombre de la peli no quiero acordarme...
Macario, tienes mucha razón en algo, para encontrar mujeres hermosa, solo basta un paseo por Monterrey... a mi ma toco un clima muy agradable... un excelente anfitrion y mucho que hacer... no pude pedir más.
Gracias chicos.
estoy de acuerdo con karol .... paso a dejar una firma y a caminar un rato, es un sabado lento y sin plan, no me molesta lo lento, solo lo aburrido ... cuidate y recuerda que el suicidio es un escape, pero siempre sera mejor escape sin suicidio.
sergio.
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