La carga de lo cotidiano, su doble vida como libertino ya no podía soportarla. Un día, la repetición del anterior, cada noche, una anécdota entre alcobas.
Su vida transcurría en un sin sentido, y por su mente cruza una idea que se torna en deseo, en obsesión: cerrar los ojos para no volverlos a abrir.
Al girar la llave en la cerradura, analiza fríamente cual será el arma vengadora. Quizá aquel costoso cuchillo de manufactura alemana, que su hoja de acero inoxidable corte las venas. O tal vez una cóctel bien servido de antidepresivos, con un rebosante vaso de wisky y la generosa ración que cocaína que descansa en la bolsa de su saco de Zegna.
Una ducha para enfriar la cabeza, aclarar las ideas... Xanax y agua caliente escurriendo por el cuerpo ayudaran a pensar las cosas.
En el buró de la alcoba guardaba una reliquia del abuelo, el revolver del viejo, no cualquier arma, una Smith & Wesson, calibre 38, como aquella con la que asesinaron a Lennon: Un elegante mango de madera y martillo oculto.... Un arma elegante, conservar el glamour hasta en la hora de la muerte.
Sale de la ducha y se envuelve en una toalla de blanco algodón egipcio. Sin encender la luz, pues el alba rayaba por el amplio ventanal del séptimo piso, va directo al cajón del buró al lado de su cama. Toma el arma en sus manos. La contempla pensativo, meditabundo: -“¿Será apropiado dispararme en la sien?”
El gatillo es tan tentador... “la ruleta”, un disparo aleatorio, que la surte decida...
Pero la atmósfera ha cambiado, y aparece una sensación confortable en el cuarto, es calido, la pieza brilla con luz propia.
Y algo en la cama capta su atención; con asombro descubre que en aquella reposa un jovenzuelo, su desnudez apenas cubierta por la sabana; dormido, su respiración pausada, rítmica; descansa en posición fetal, con los brazos cruzados al pecho, en su rostro de finas facciones hay una sonrisa apenas dibujada y una indescriptible expresión de calma, de quietud: su rostro expresaba paz, irradiaba paz interior.
Y la serenidad encuentra desprevenido a aquel hombre, espectador estupefacto de tan inusual escena, y al final se regocija de la contemplación de aquel extraño.
No puede, ni quiere apartar la mirada de ser tan hermoso: el intruso duerme tranquilo, feliz... y esa tranquilidad invade su casa y a él mismo.
Sus ojos recorren centímetro a centímetro al chico y de momento descubre en su espalda, plegadas un par de alas...
En un pestañeo, la visión desaparece. Deposita en el cajón del buró el revolver, se acuesta en su cama y piensa: -“Al menos por hoy, la muerte puede esperar”.
8 comentarios:
....curiosamente yo traigo en estos días la cosquilla de escribir algo relativo al suicidio y algo relativo a ese brinco de cama a cama q luego suele invadirme..
...como te decía, hay dos nuevas compañeras de juego, antagónicas hasta la pared de enfrente...y una posible 3era en discordia...la cual decidirá el ritmo del post que espero sea transcrito el lunes..
Como siempre, un abrazo.
Mike, me ha parecido una manera muy dulce, por nostálgica y aletargada la manera en que describes el momento. Abrazo, "¬"
Ka!, estoy impaciente por leerte el lunes después de leer "el trailer"... jajajajajaja.
Bechos a repartir pa' los 2... ^_´
ñ_ñ
por fin se decidió a sacarle partida a sus involuntarias observaciones. magnífico el texto y me encanta la forma en que lo anecdótico se vuelve prosa y después mimetizada la idea principal, cobra vida y se desarrolla en direcciones inpredecibles. Mi mente se llenó del fetal angelito descansando en la alcoba.
la turbación cotidiana también encuentra momentos de reposo y de esperanza fugáz.
saludos suicidas.
Joder, qué relato más bueno tío. Enhorabuena. Por momentos me recordaba una poesía de Gil de Biedma y cuando la prosa te recuerda la poesía es muy buena señal.
será que todos hemos tenido momentos parecidos
espero no comprar un día un revolver, me recuerda siempre la película de "el cazador de venados"
como dice sabina:
Más de cien palabras, más de cien motivos
para no cortarse de un tajo las venas,
más de cien pupilas donde vernos vivos,
más de cien mentiras que valen la pena.
y que siempre tengamos un ser alado a nuestro lado.
saludos
Aveces no e suna ocion....si no una alternativa viral.
Ka: No pues chido... y que te pareció el relato???
Klept0: Totally tender... Thanx Vamp sista. Sad Teddy Huges.
El Homo Rodans: y esos momentos de reposo son los que agradecemos y guardamos con gusto en el baul de los recuerdos. Un abrazo mi querido amigo!!!
Redmond: Sonrojado y agradecido por tu comentario. Bienvenido siempre.
Diablo: No sé a ciencia cierta, pero esos momentos son siempre bienvenidos. Dejemos de lado el revolver quieres??? Gracias. Jejeje
Ilne: que asi sea!! Un gusto contar de nuevo con tus comentarios..
Ozkar: dejemoslo en algo casual. Gracias por la visita.
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