En los ojos de Darwin.

No he leído “El origen de las especies”.

De la teoría de la evolución tengo las nociones que fueron necesarias para aprobar los cursos de biología de la secundaria y el bachillerato.

Ninguna emoción sacude mi mente cuando veo la esfinge del anciano de barba larga y canosa; de aquel naturalista que dijo que las especies que mejor se adapten a su entorno son las que sobrevivirán, que el ser humano proviene del mono (yo sostengo que los humanos somos aun muy animales, y que los monos son más simpáticos).

Nada, nada me interesaba (corrijo, nada me interesa) de tan ilustre personaje.

Pero un domingo, con el televisor encendido, pero con mi atención en otros menesteres – como rascarme la panza o hurgarme la nariz – escuche un dato que llamó mi atención:

-“A los 26 años, Charles Darwin visitó y exploró las islas Galápagos.”- Aquellas formaciones volcánicas de aspecto infernal...
Y sus ojos vieron que los pinzones se diferenciaban uno con otro por el pico, dependiendo de la isla que provenían... Y sus ojos vieron que las iguanas de la costa eran negras y las del interior de la isla verdes. Vio la uniformidad en el color de las flores de la zona.
Y sus ojos vieron aquella monstruosa tortuga de cansino caminar...
En un efecto de cámara, la silueta de una Galápago, al atardecer, ascendiendo al volcán se va desvaneciendo y la toma muta a un close up al rostro del joven actor que interpretaba a Darwin en la dramatización, y la cámara se acerca y se fija en unos expresivos ojos verdes... La voz en off del narrador decía algo más o menos así:

-“A sus 26 años, Charles Darwin conoció este verdadero paraíso en la tierra; recolectó muestras de las diferentes especies animales y vegetales de las islas; las examinó y documentó. Pero a esa edad aun no había concebido su famosa teoría. No reconocía la importancia de esos apuntes para su futuro. No sabía que aquella cansada travesía era el inicio de su inmortalidad.”

Y terminaba el programa con una prolongada toma del ascenso de la tortuga, y un cielo rojizo al atardecer...

Y mi presente se asemeja a aquella tortuga de caminar lento, un poco torpe... solo que no se si sube hacia el volcán o desciende hacia la costa; y a mis 26 años, no tengo una puta idea de que es lo que me depara el futuro...

AGRADECIMIENTO:

Por los presentes de San Valentín a Rosie Lebel Room y a Pau por el besote...

FRATERNIDAD BLOGGER:

Queridos lectores; tristemente me enterado del abuso del poder policial del que fue victima mi casi casi vecino Hamlet, aquí, en Cd. Reynosa, Tmps. Estas imagenes que de repente se nos hacen comunes, duelen cuando le ocurren a alguien cercano. Hamlet, un abrazo.

Asi mismo, en la bella ciudad ciudad portuaria de Tampico, Tmps., el compañero sentimental del siempre acertado Homo Rodans fue golpeado en una redada policiaca sin explicación alguna. Un abrazo fraterno a ambos.

NO DEBEMOS DE PERMITIR QUE LA ARBITRARIEDAD DE LAS AURORIDADES QUEDE IMPUNE, ALCEMOS VOCES Y DENUNCIEMOS HECHOS.