This is music.

“... stood at the top of the hill over my town I was found. Finding myself used to be hard but now I see the light...”
This is music. The verve

Fue una tarde lluviosa y gris, justo como hoy, pero creo que fue en 1993, en casa de mi abuela, escuchaba un chart por la radio local. Un nuevo grupo escalaba rápidamente en el Top 20. Eran ingleses, irreverentes, desgarbados... el grupo se llamaba Oasis, liderados por los hermanos Gallagher, la canción, “Champagne Supernova”.

Ese año Irlanda del Norte estuvo en los ojos del mundo, la serie de atentados del Irish Republic Army –quienes buscaban la autonomía de su patria sobre el control del Reino- eran ampliamente seguidos por los medios informativos. Una chica de Irlanda del Sur alzó su voz de protesta y cantó los horrores de la guerrilla en su vecino país; fue así como “Zombie” de The Cranberries se coreo por todo el orbe, y la potente voz de Dolores O’Riordan se grabó en la mente de mucho de los que se preocupaban por la paz.

Un par de años después, a mis 15, en las primeras salidas, donde el alcohol estuvo presente, fumaba a escondidas y mi estúpida timidez me impedía acercarme a aquella chica, me encantaba estar en la pista de baile cuando comenzaba a escucharse “Streets like a jungle, so call the police...”. Blur, la nueva sensación británica con su éxito “Girls and boys”... Pero a ella le gustaba otro grupo, de cinco chicas, también de Inglaterra, que con una basura llamada “Wannabe” vendieron lo que quisieron, ¡Oh Sí! Las Spice Girls... Pero admito que todavía hoy, Geri Halliway me encanta.

Blur se perdió antes de finalizar el siglo entre constante ataques entre ellos y otra banda llamada Pulp, y las interminables discusiones entre Albarn y Coxon. Hoy día, Damon Albarn es uno de los cerebros detrás de Gorrillaz.

También de mi época de bachiller recuerdo un éxito taquillero que mis compañeros y yo moriamos por ver: “Juegos Sexuales” (Cruel Intention); una película malísima, pero que se puede esperar de un grupo de teenagers chaqueteros. Al final de la película se ve a una aun adolescente Reese Whitterspoon manejando un Jaguar de colección por un highway, de fondo musical, una canción de una nueva banda inglesa, que nadie aún identificaba, pero que pronto estuvo en nuestros walkman’s: “Bittersweet simphony” de The Verve, la banda que alguno de los Gallagher calificó como mejor que Oasis. (Durante el concierto en Hyde Park de Londres por el Live 8 -Julio de 2005-, Richard Ashcroft, ex vocalista de The Verve cantó este tema, acompañado de ¡¡¡Coldplay!!!).

Fue en esta etapa de mi vida en que conocí a mi persistente compañera, mi inseparable nube gris. Todos hemos pasado por momentos depresivos, algunos cuantos, lo hemos vivido prácticamente como una condición clínica... y que mejor compañía para esos momentos en que buscas la soledad para disfrutar tu tristeza que el clásico de aquella banda oriunda de Oxford que dice: “I´m a creep, I´m a weirdo, what the hell am doing here? I don´t belong here...”.

Del disco “Pablo´s Honey”, “Creep”, glorioso debut de Radiohead. La canción que llegó en el momento justo a mi vida, la canción que ha provocado el llanto más sincero...

Siendo ya un estudiante universitario, al finalizar el siglo, Coldplay apareció en escena. No voy a hablar mucho de ellos, son mis favoritos, pero creo que debo reconocer que con el disco “Parachutes”, caí en cuenta que aun me puedo enamorar (Yellow), reconocí con dolor que a veces sin querer lastimamos a quien queremos (Trouble), y si alguna vez lloré por un amor perdido fue con un tema de “A rush a blood to the head”, - de hecho con “The scientist” lloré la separación de la única persona que he amado- y hoy día, con “X&Y”, siento que todo lo malo quedará atrás y que vale la pena seguir en la búsqueda (Fix You).

Hace relativamente poco tiempo (el tiempo siempre es relativo), nuevo material de la invasión inglesa está con nosotros. Sé que a mi amigo Ka!, le llega “Everybody is Changing”, aunque a mi me gusta más “Somewhere only we know”, pero la canción que realmente es percibida por mis fibras sensibles es “Bedshaped”. Hablo de Keane, una banda que prescindiendo del sonido de guitarras logra envolverte.

El año pasado, en una reunión informal con un grupo de compañeros de trabajo, festejando mi cumple 25 no sé porque sentí el impulso de levantarme de mi asiento, y a través de una PC ajena descargué una canción, acto seguido, me dirigí a los presentes, de la forma menos polite que conozco:

- ¡Ya me tienen hasta la puta madre con sus pinches corridos y norteñas! ¡Es mi cumple con una rechingada! Déjenme poner algo decente...-

Y por el maravilloso juego de bocinas que posee una Compaq Presario se escuchó:

“25 years of my life and I still... trying to climb up that great big hill of hope, for a destination...”

El himno que compuso Linda Perry once o doce años atrás, era más que un arranque de nostalgia (y de fastidio), era (y sigue siendo) la expresión más fiel de lo que siento aun cuarto de siglo de haber nacido. “What’s Up?” ¡Que gran tema! ¿Alguien recuerda a Four Non Blondes?

Creo que está de más mencionar aquí a James Blunt. Sólo quiero decir que hay una canción que no ha sido sencillo de “Back to Bedlam”, se llama “Tears and Rain”, y es una canción con la que me siento plenamente identificado (y creo que alguno de ustedes podría encontrarla afín a su personalísima historia).

Y el Reino sigue dándonos opciones: Snow Patrol, Razorlight, Muse, Bloc Party, Franz Ferdinand... a veces me confundo y pierdo el rumbo, pero sigo escuchando y consumiendo su oferta musical, y así, veo pasar los años y mi vida con ellos... y el brit pop fue, es y seguirá siendo, parte de mi historia (Curiosamente estoy escuchando a The Verve, “History” mientras escucho esto, una excelente melodía... y si alguna vez nuestras historias han coincidido, te dedico este tema)

Agradecimiento Brit Popero:

Por un inesperado e-mail que removió la nostalgia... Mil gracias a ti...