martes, noviembre 27, 2018

Me explotó mal la tacha

"El grito" - Edvard Munch
No es que todos nos enfrentemos a esto como si fuera una regla, es común que los pacientes con esclerosis múltiple pasemos por episodios de ansiedad y depresión

Yo no había asumido esto, me negué desde el día uno a dejarme arrastrar por actitudes depresivas...  hasta que la neuróloga me canalizó con una especialista en salud mental (psiquiatra) para valoración. Esta doctora en los primeros 20 minutos de entrevista me dijo: "tú no estás deprimido, si lo estuvieses no estarías yendo a tus consultas, ni siguiendo tan puntualmente tu tratamiento". 

En el transcurso de la valoración salieron a la mesa la forma de reaccionar ante ciertas situaciones, cambios de estado de animo, irritabilidad frecuente, cansancio y como estos habían estado presentes desde mucho antes de que la enfermedad fuera diagnosticada.

Soy una persona con Trastorno de Ansiedad Generalizado (TAG) y aparentemente se fue presentando por lo menos desde que tenía 14 años y nunca fue diagnosticado, mucho menos tratado, sólo que a raíz de que la esclerosis múltiple entró a mi cotidianidad, fue agudizándose más.

El tratamiento para el TAG es principalmente con ansiolíticos y antidepresivos. En mi caso tengo prescritos: Sertralina (para todos los día) y Clonazepam (sólo en caso necesario, que no ha ocurrido).

Reconozco que al principio me causaba terror tomar un antidepresivo, siempre he pensado que son drogas peligrosas y muy adictivas que es mejor evitarlas, por lo que, conscientemente aplacé tomar el medicamento un par de semanas para "darme valor".

La Sertralina es quizás uno de los antidepresivos más "suaves" que existen actualmente, sin embargo, deben de pasar algunos días para que comience a hacer efecto. En mi caso, las primeras dos semanas fueron muy difíciles, porque los efectos secundarios del medicamento los fui sintiendo antes de tener la menor señal de mejoría.

Hay una lista muy larga de efectos secundarios de este medicamento, menciono sólo los que he reconocido y tenido que enfrentar: náusea, diarrea, vómitos, dificultad para conciliar el sueño, boca seca, acidez, cansancio excesivo, dolor de cabeza, nerviosismo, cambios en el deseo sexual y sudoración excesiva.

Estos malestares van poco a poco desapareciendo, aunque a veces puedes sentir uno u otro. Estos generalmente son soportables, pero hay ciertas rachitas en las que sientes que los efectos secundarios del medicamento no valen la pena padecerlos por el supuesto bienestar que proporciona su uso, esos son los días en que siento que "me explotó mal la tacha".

Estoy saliendo de unas de esas rachitas, hoy me levante con buen animo, con ganas de ir a hacer ejercicio, arreglar un poco el depa, se me olvidaron incluso las molestias de la Esclerosis Múltiple. Por días como este veo atrás y siento que vale la pena un par de días "malos".

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Salud mental y esclerosis multiple

Comenzaré este texto con una aclaración: No soy médico ni especialista en salud mental. Soy un paciente más con Esclerosis Múltiple y este t...